lunes, 15 de agosto de 2011

8. PEQUEÑOS MUTANTES

Hoy encontramos en la prensa una noticia sobre una denuncia que hace la Red por los Derechos de la Infancia en México (ReDIM) en relación al trabajo al que se somete a los niños en el programa televisivo El gran show de los peques, de la cadena Televisa. Este show es continuación del programa de concurso Pequeños gigantes, que fue tan exitoso en la televisión dominguera, a pesar de las atinadas críticas que le hizo Álvaro Cueva en el periódico Milenio en referencia al deleznable gusto de hacer a los niños actuar como adultos, con actitudes homófobas y haciendo el ridículo, entre otras lindezas que tuvieron que realizar.
Resulta que la ReDIM la emprendió contra Televisa apelando al derecho de los menores de 14 años a no tener que trabajar, con lo que se metió en camisa de once varas, pues aunque México haya suscrito un tratado internacional en la materia, la legislación nacional para proteger los derechos de los niños, así como las instituciones para hacerla efectiva casi son inexistentes.
En la misma nota de prensa, indica que la Comisión de Derechos Humanos del DF y la Comisión Nacional de Derechos Humanos no actúan en favor de los menores si no se prueba que se pone en riesgo su integridad, aunque en este concepto no consideren que se les trate como adultos, que se les discrimine y que se atente contra su psicología.
¿Qué país esperamos tener en el futuro si continuamos dejando a la deriva a nuestros niños? Entre los varios casos que conocemos de injusticias contra menores, hace unos años supimos del caso de una menor que fue secuestrada por parientes lejanos para poder cobrar la pensión de su madre muerta y para quedarse con todas las posesiones que le dejó la difunta. Todos los esfuerzos de una tía abuela de la niña fueron infructuosos, a pesar de todo el dinero que gastó y todos los engorrosos trámites que debió pasar. Luego de que la acusaron de intento de secuestro por esperar a la niña a la salida de su escuela para informarle su estado financiero, la tía abuela consultó con un abogado para saber cómo podría hablar con la huérfana por la vía legal, recibiendo por respuesta que esa posibilidad no existe en la ley mexicana y que había visto muchos programas de televisión gringos.
La tía abuela falleció sin ver arreglado el problema y sin haber podido rescatar a la niña, y poco tiempo despues los secuestradores comenzaron a dispendiar todo lo recaudado como herencia. La niña acaba de cumplir 18 años y según las leyes mexicanas ya tiene derechos, pero no tiene dinero. Esa es la justicia a la mexicana para nuestros niños.
Por este motivo, la propuesta que difunde Televisa complica el panorama de los derechos de nuestros niños y sólo está engendrando mutantes, pequeños mutantes que luego pasarán a ser grandes olvidados de la farándula o seres lastimados, de esos que abundan en nuestra programación de chismes de famosos.
¿Será ésta otra estrategia del gobierno o de nuestras élites o de los dueños de los emporios televisivos para acabar con el narco? ¿Esta estrategia consistirá en dar empleo a niños para que no los contrate el narco? Seguramente tendremos respuestas pronto, pues no pueden impedir que los niños crezcan.

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