Un amigo me compartió su inquietud por delinear cómo sería una biblioteca amorosa para la república amorosa que propone Andrés Manuel López Obrador. Luego de reflexionar, y de revisar el texto de Fundamentos para una república amorosa, mismo que aparece referenciado abajo, se me ocurren las siguientes ideas basadas en el concepto que allí se propone:
1) Una biblioteca amorosa debe ser parte del movimiento de regeneración nacional, o sea, debe servir para regenerar la estructura social y económica de México.
2) Partiendo de las tres ideas rectoras de la noción de república amorosa (honestidad, justicia y amor), tendríamos que los bibliotecarios deben ser más honestos consigo mismos, con sus instituciones y con su profesión. Pero esto sólo podría lograrse a partir de la crítica, y sobre todo de la auto-crítica, que no es frecuente y tanta falta hace en el ámbito bibliotecario nacional.
3) En relación a la justicia, deben responsabilizarse los bibliotecarios del acceso a la información en todos los órdenes, y no sólo quedarse a esperar en sus bibliotecas a que lleguen quienes puedan pasar todas las barreras que hay en el camino a la información. Sólo habrá democracia con personas informadas, por lo que mantener las cosas como están, con todas las barreras impuestas a la información, sería una gran irresponsabilidad y los bibliotecarios tendrían que ser señalados por ello.
En particular, deben velar por el acceso a la información que requieren los pobres, los indígenas, los grupos vulnerables de este país. Llevar información a los sitios apartados y a los de reclusión (hospitalaria, carcelaria y de otro tipo).
Otro aspecto de la justicia, consistiría en involucrarse en la difusión de la información sobre empleo, sobre valores y sobre oportunidades de mejora de la calidad de vida.
4) La idea del amor tiene que ver con los valores. Sobre este punto, es importante señalar que la biblioteca no puede ser ajena a los valores, aunque tampoco los debe imponer como un candado para negar el acceso a la información y el conocimiento.
La diversidad, el respeto y la tolerancia deben ser los valores que la biblioteca exalte en todos los órdenes para asegurar el acceso a la información y el conocimiento, junto a aquellos otros que se propongan en el plano social nacional.
En resumen, la biblioteca amorosa tendría un bibliotecario amoroso, honesto y justo, además de que sería alguien muy compenetrado en el acontecer nacional.
Bibliografía
López Obrador, A.M. (s.d.). Fundamentos para una república amorosa. Regeneración: El periódico de las causas justas y del pueblo organizado. Localizado: 21 feb. 2012. En: http://www.regeneracion.mx/portada/270-270/1742-regeneracion-no23-fundamentos-para-una-republica-amorosa.
2) Partiendo de las tres ideas rectoras de la noción de república amorosa (honestidad, justicia y amor), tendríamos que los bibliotecarios deben ser más honestos consigo mismos, con sus instituciones y con su profesión. Pero esto sólo podría lograrse a partir de la crítica, y sobre todo de la auto-crítica, que no es frecuente y tanta falta hace en el ámbito bibliotecario nacional.
3) En relación a la justicia, deben responsabilizarse los bibliotecarios del acceso a la información en todos los órdenes, y no sólo quedarse a esperar en sus bibliotecas a que lleguen quienes puedan pasar todas las barreras que hay en el camino a la información. Sólo habrá democracia con personas informadas, por lo que mantener las cosas como están, con todas las barreras impuestas a la información, sería una gran irresponsabilidad y los bibliotecarios tendrían que ser señalados por ello.
En particular, deben velar por el acceso a la información que requieren los pobres, los indígenas, los grupos vulnerables de este país. Llevar información a los sitios apartados y a los de reclusión (hospitalaria, carcelaria y de otro tipo).
Otro aspecto de la justicia, consistiría en involucrarse en la difusión de la información sobre empleo, sobre valores y sobre oportunidades de mejora de la calidad de vida.
4) La idea del amor tiene que ver con los valores. Sobre este punto, es importante señalar que la biblioteca no puede ser ajena a los valores, aunque tampoco los debe imponer como un candado para negar el acceso a la información y el conocimiento.
La diversidad, el respeto y la tolerancia deben ser los valores que la biblioteca exalte en todos los órdenes para asegurar el acceso a la información y el conocimiento, junto a aquellos otros que se propongan en el plano social nacional.
En resumen, la biblioteca amorosa tendría un bibliotecario amoroso, honesto y justo, además de que sería alguien muy compenetrado en el acontecer nacional.
Bibliografía
López Obrador, A.M. (s.d.). Fundamentos para una república amorosa. Regeneración: El periódico de las causas justas y del pueblo organizado. Localizado: 21 feb. 2012. En: http://www.regeneracion.mx/portada/270-270/1742-regeneracion-no23-fundamentos-para-una-republica-amorosa.