Hoy ha aparecido una editorial en el periódico El Universal que resulta por demás inquietante. Se refiere al malestar que ocasionó entre los comisionados del IFAI el nombramiento del nuevo presidente de este instituto.
Podemos leer que el desencuentro de los comisionados con el recién llegado ha generado una crisis que podría "poner en riesgo los alcances de la sociedad en materia de transparencia y rendición de cuentas que tanto trabajo ha costado a los mexicanos impulsar y consolidar durante los últimos diez años". En añadidura, casi al final del texto se proponen dos temas pendientes en materia de transparencia y acceso:
1) Incrementar el número de sujetos obligados.
2) Homologar los estándares en los estados y municipios, donde el rezago es enorme.
A todas luces, esta nota nos pretende convencer de que el IFAI no es una institución establecida, sino que tiene una fragilidad de cristal, en la que los muchachos integrantes -igual que si estuvieran en el catecismo- se pueden perder en las pasiones y veleidades terrenales, olvidando con facilidad el motivo de su participación en el sacramento del derecho a la información.
Concluye afirmando que debemos pugnar porque los comisionados se lleven bien. Pero, ¿acaso no existen formas de operación consolidadas en materia de transparencia y rendición de cuentas en este país? ¿Dependemos en tal medida de los humores de los comisionados? ¿Pueden sabotear con facilidad lo que han construido y consolidado los mexicanos en los últimos diez años? ¿Seguimos viviendo en un sistema de privilegios en donde la transparencia y el acceso son actos de buena fe de nuestros políticos más que garantías de derecho y para la conducción democrática? ¿Todo esto es un simulacro? En caso afirmativo, ¿para quién?
Por otra parte, son muchos más los temas pendientes en materia de transparencia y acceso, algunos de ellos capaces de promover una revuelta cultural en este país que parece cada vez más enfilado a un futuro decimonónico.
Nada como empezar el día con una taza de desinformación... Esto no lo compras ni con Mastercard..., aunque si puedas comprar el periódico, el periodista, el texto...
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